Hoy el portero me llamó x mi nombre.
aunque primero me dijo Cristian,
y al instante se autocorrigió.
No llegan facturas a nombre mío.
No conozco ningún vecino.
Ningún vecino me conoce.
Nos conocemos de antes de las diez,
yo le digo Buen día Carlos,
el responde: buen día Pibe.
Mi portero sabe mi nombre,
y cada vez, hay menos lugares
donde esconderse.