martes, 28 de junio de 2016

Ansiedad, o como morir cien veces en el mismo segundo

Renacer es quizás la principal virtud de los ansiosos. Nadie puede morir y renacer tantas veces y en tan pocos segundos como alguien que se deja caer en la ansiedad.

Como explicarle a alguien el torbellino emocional por el que se acaba de pasar, segundos después de haber sufrido un ataque ansiedad. y ahí esta uno, con el pelo revuelto como después de que una ola lo arrase fingiendo la mejor cara de poker y tratando de llevar adelante una conversación casual, que quizás esconda mas señales que una carta de amor desesperada.

Nadie puede morir de ansiedad, eso suena cierto, pero como pararse en medio de una caída. Como frenarse a uno mismo cuando ya el cuerpo y las manos mandaron ese mensaje. O cuando ya se dijo mas de la cuenta y lo único que queda es la desnudez del ser. Totalmente sincero. sin filtros ni prejuicios. y totalmente enfocado en conseguir lo que uno piensa que necesita.

No son las 5 am de un sábado. Son las 23hs de un martes. Pero se ve que algo falla en el reloj biológico. Y no hay mar que cure esta sed. Pucho en mano. Aire contenido. Cuando la ola te revuelca nada mejor que llegar hasta la orilla, así sea sin traje de baño, pero con los pies en la arena.

miércoles, 15 de junio de 2016

Porqué tu pareja ideal no está en Tinder?

Punto número uno. Cualquier verdad es irrefutable. El tema es decidir cuando algo se convierte en verdad.

Es complicado entender dónde tiene que pararse uno cuando la ansiedad te hace estar dos pasos adelante y sentirse a destiempo puede ser una gran virtud, pero viene con la carga de la incomprensión.

Es fácil imaginar que haría hoy, nuestra próxima mina ideal. Es fácil porque seguramente imaginemos que va a ir al mismo bar dónde tenemos chances de ir hoy ó dónde no podemos ir hoy solo para alimentar la melancolía innata pensando en lo que nos perdimos de conocer.  Ahora imaginemos más lejos. Imaginemos con más envión y pensemos dónde realmente y que estaría haciendo hoy-ahora nuestra mina ideal que no esté a nuestro alcance. Ahí ya estaríamos probablemente teniendonós que tomar un avión y cambiar de ropa para estar acorde a la estación y al clima de la fantasía en curso.

Mejor es abrir el tender.  Swipe derecha swipe izquierda empezamos a moldear a esa persona ideal que seguramente venga en los próximos dos movimientos y por eso siempre necesitamos seguir uno más.  El rato pasa. La gente se conoce. Y uno va empezando a confiar y a desconfiar en sus virtudes y falencias, ganando terreno y yendosé al tacho. El juego de la mente, la razón y la ilusión ha empezado otra vez y juega con la ansiedad, la soledad y la diversión. Cabe mencionar que la mezcla de las tres cosas recae en la tan controversial palabra soltería.

Entonces que pasa con nuestra persona ideal. Incluso hasta la cara en la ilusión se le ve borrosa y genera duda llegar a ver si es rubia o morocha, si es alta o es maniobrable y si vive en zona norte ó a dos cuadras de casa, cuesta ver y cuesta decidirse. Precisamente eso sucede porque el desamor es anónimo. Y casi con seguridad esté en el bar que no fuimos, o en alguno de los dos swipes siguientes.

La ansiedad motiva y a la vez destruye. Vive girando en círculos como pulsión no resuelta, atravesando el mismo escenario una y otra vez.

Al decir que tu pareja ideal no está en tinder, no es porque esa persona no use la aplicación. Si esta soltera, seguramente sí la use o probablemente no, a nadie le importa. El tema es entender que estamos buscando y saber distinguir que parte de uno juega en cada movimiento, y que porcentaje de esa parte de uno esta corroída por la ansiedad.

Porque quizás tu fantasía de dónde encontrarla sea mucho más tangible que el mismo teléfono que tenes en la mano.